Hombres
podrán haber miles,
pero
pocos somos cadetes,
llevamos
sangre de Aquiles,
siempre
listo, enemigo a que me retes.
me
decía no me aniquiles,
yo
renuncio con tal de que me sueltes.
Han
llegado los hombres de verde
con
miradas que causan temor
y
se aferran sin miedo a la muerte
defendiendo
a su Patria tricolor.
Se
abren los caminos al andar,
pues
estoy cumpliendo una misión;
yo
conozco lo que es guerrear,
en
mí no existe el miedo, sólo acción.
Mi
huella está en todo lugar:
un
sendero de sangre al llegar;
asumo
el riesgo, doy rendición
al enemigo sin ninguna
compasión.
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