En una noche oscura de terrible
tempestad,
cruzando por el valle un soldado en su
corcel,
de pronto vio en el cielo un rebaño de
mil vacas,
fantasmas en tropel.
Los ojos de esas bestias eran brasas al
mirar,
los cascos de sus patas centellaban al
pisar,
sus trágicos bramidos tenían algo de
infernal,
sus cuernos eran negros, con brillo de
metal
Detrás de la manada, cabalgando sin
cesar,
jinetes celestiales la trataban de
alcanzar,
entonces el soldado solitario oyó una
voz,
la voz de su conciencia como una
maldición.
Si quieres salvar tu alma y saber lo que
es la paz,
debes apartarte por tu bien de la
maldad,
si no tendrás por fuerza que venir
siempre detrás,
arreando esta vaguada toda una eternidad.
Audio:
Jinetes en el Cielo
arreando esta vaguada toda una eternidad.
Audio:
Jinetes en el Cielo
0 comentarios:
Publicar un comentario