A las armas valientes soldados
que el clarín de la guerra nos llama
a luchar cual león en las pampas
por la patria y por la libertad
Nada importa que el acero homicida
nuestros pechos intente rasgar
pues la ofrenda del soldado es la vida
como incienso en divino altar
Si la lucha desigual se presenta
por ser fuerte el tirano extranjero
no por eso podrá fácilmente
con sus plantas hollar nuestro suelo.
El escudo, será nuestro pecho
que le impida glorioso avanzar
nuestra sangre es el manto que cubre
el confín que ambiciona alcanzar
Adelante valientes Soldados
listos para combatir
el morir por nuestra patria
nos impone el honor
El morir en su defensa
es prueba de gran valor
adelante en pos de la gloria
y vivando al Ecuador.
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