CANCION NACIONAL

sábado, 2 de abril de 2011

Resuenan ya las voces de la estirpe
cantemos a la Patria bella y grande
altiva y majestuosa como el Ande
fecunda cual la selva tropical.

Airoso y anhelante el infinito
el cóndor se agiganta con su vuelo
y enlaza los volcanes con el cielo
el sol en su cenit es su rival.

Levantemos con fe la bandera
rutilante divisa de honor
es la sangre de nuestras fronteras
Ecuador, Ecuador, Ecuador.

Tenaces preparemos el futuro
la nube de tragedia no es eterna
juremos para siempre unión fraterna
y recia contextura nacional.

Nos guía la justicia y el derecho
marchemos al encuentro de la historia
vivir con libertad morir con gloria
será nuestro ideal Patria inmortal.

HIMNO A LA FUERZA AEREA

CORO

Compañeros del cóndor andino
Aviadores del bravo Ecuador
Sobre selva volcanes y mares
No hay alas que vuelen mejor

ESTROFAS

I
Si la nube se pone sombría
Si combate el furioso huracán
Los aviones a modo del cóndor
Nunca el ala vencida verán.
 
II
Que decole la fuerte escuadrilla
Y se pose después al bajar
En el río Amazonas, en Tarqui
 En la tierra, en el lago y el mar

III
Hay un cóndor sobre el escudo
De la Patria las alas abrió
De él aprenden los nautas del aire
Entre quienes mejor seré yo

IV
Gloria al cóndor que, sobre el escudo
Abre al ala erizando el pulmón
  Y se apresta a servirme de guía
Cuando ponga a volar el avión

HIMNO A LA ARMADA

Siempre a rumbo la noble Marina
Bajo el bello y sagrado tricolor
Proclamando por mares y por ríos
La suprema grandeza de Ecuador

De los andes magníficos al Guayas
Vibre en todos los pechos el ardor
  Que la Armada mantiene cual un fuego
Encendido en patriótico fervor
Persiguiendo la audaz trayectoria

Que la Armada nos manda a cumplir
Zarparemos al mar de la gloria
 A vencer con valor o a morir
Centinelas alertas de la Patria
Por tus fueros velamos en la paz.
Y llegada la hora del combate
Cada uno se habrá de superar

HIMNO A LA FUERZA TERRESTRE

CORO
¡Gloria, gloria al Ejército nuestro,
el gestor de epopeyas y hazañas;
el que aviva en sus hondas entrañas
fuego patrio de fe y redención.

ESTROFAS
I
En tus hijos, heroicos soldados
y en tu ser que es vigor tesonero
vibra el alma de un pueblo guerrero
que sustenta tu estirpe viril;
Quipipán, el Pichincha y Tarqui,
Panupali, también Porotillo
y Paquisha, el Cenepa dan brillo
a tu casta gloriosa e inmortal.
II
Pues la gesta del Alto Cenepa
es leyenda y emblema de gloria,
es orgullo de un pueblo y su historia
que resaltan con aire triunfal;
y por eso la patria te admira,
en tu fuerza y presencia confía,
de tu pueblo eres hoy ufanía
eres gloria, eres vida y raíz.

HIMNO A LAS FUERZAS ARMADAS

Fuerzas Armadas del Ecuador,
yo te saludo con grande emoción,
eres valuarte de la Nación
grande y fecunda; ingenio y valor
tu sagrada historia llena de hazañas,
te hacen acreedora a la gloria y honor.

Soldados del aire, del mar y la tierra,
llevemos altiva y con lealtad
la hermosa bandera, tricolor que espera
nuestra garantía de su dignidad
en la Costa y Sierra y en la Amazonía
y en la siempre altiva Región Insular.

Ejército heroico, de historia guerrera
marinos valientes custodiando el mar,
y en el firmamento, nuestra Fuerza Aérea
defienden sin tregua la Patria heredad

La gesta del Cóndor y la del Cenepa,
exaltan la entrega y la heroicidad
de Fuerzas Armadas que en nuestra frontera
con sangre escribieron Patria y Libertad
tu sagrada historia llena de hazañas
te hacen acreedora a la gloria y honor.

HIMNO NACIONAL DEL ECUADOR

CORO
­¡Salve oh Patria, mil veces! ­¡Oh Patria!
­gloria a ti! Y a tu pecho rebosa
gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir.
ESTROFAS
I
Indignados tus hijos del yugo
que te impuso la ibérica audacia,
de la injusta y horrenda desgracia
que pesaba fatal sobre ti,
santa voz a los cielos alzaron,
voz de noble y sin par juramento,
de vengarte del monstruo sangriento,
de romper ese yugo servil.
II
Los primeros los hijos del suelo
que, soberbio; el Pichincha decora
te aclamaron por siempre señora
y vertieron su sangre por ti.
Dios miró y aceptó el holocausto,
y esa sangre fue germen fecundo
de otros héroes que, atónito, el mundo
vio en tu torno a millares surgir.
III
De estos héroes al brazo de hierro
nada tuvo invencible la tierra,
y del valle a la altísima sierra
se escuchaba el fragor de la lid;
tras la lid la victoria volaba,
libertad tras el triunfo venía,
y al león destrozado se oía
de impotencia y despecho rugir.
IV
Cedió al fin la fiereza española,
y hoy, oh Patria, tu libre existencia
es la noble y magnifica herencia
que nos dio, el heroísmo feliz;
de las manos paternas la hubimos,
nadie intente arrancárnosla ahora,
ni nuestra ira excitar vengadora
quiera, necio o audaz, contra sí.
V
Nadie, oh Patria, lo intente. Las sombras
de tus héroes gloriosos nos miran,
y el valor y el orgullo que inspiran
son augurios de triunfos por ti.
Venga el hierro y el plomo fulmíneo,
que a la idea de guerra, y venganza
se despierta la heroica pujanza
que hizo al fiero español sucumbir.
VI
Y si nuevas cadenas prepara
la injusticia de bárbara suerte,
­gran Pichincha! prevén tú la muerte
de la patria y sus hijos al fin;
hunde al punto en tus hondas extrañas
cuando existe en tu tierra: el tirano
huelle sólo cenizas y en vano
busque rastro de ser junto a ti.

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